jueves, 4 de septiembre de 2008

Caminar sobre las aguas...

"La barca se hallaba lejos de tierra y era zarandeada por las olas, pues el viento era contrario.
De madrugada, Jesús avanzó hacia ellos caminando sobre el mar. Cuando sus discípulos le vieron, se asustaron y se dijeron:
- ¡Es un fantasma! - y aterrorizados se pusieron a gritar. Él les dijo enseguida:
- ¡Valor, soy yo, no tengáis miedo!

Pedro le contestó:
- Señor, si eres tú mándame ir hacia ti andando sobre el agua.
Él le dijo:
- Ven.
Pedro bajó de la barca y empezó a andar
sobre el agua hacia Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó:
-¡Señor, me hundo! ¡sálvame!
Enseguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo:
-¡Hombre de poca fe! ¿Por qué has dudado?" (Mt. 14, 22-32)

Hay veces, que parece que nos va a dar algo de lo agobiados que nos sentimos. Nos angustian los problemas, y muchos de ellos se nos presentan como muros infranqueables. Incluso hay veces que el panorama es tan desalentador que llegamos a odiar la vida o a cuestionarnos su sentido.
Encendemos la televisión y todo son desgracias, auténticas calamidades... guerras, hambrunas, abusos, violencia... un escenario horrible al que se añade la realidad de cada día, la de nuestra familia o nuestros amigos, la de nuestros vecinos, la de la gente que vive a nuestro alrededor. Las tragedias y los dramas personales asedian todos los rincones de nuestro corazón y no podemos evitar que se parta en dos ante el dolor ajeno... Es como si a nuestro alrededor se hubiera dispuesto todo un dispositivo "anti-alegria" o "anti-felicidad" y todo parece confirmar que nuestras dudas existenciales van por buen camino... Con un breve gesto de descontento solemos mirar al cielo un instante y exclamamos: " ¡Todo es una auténtica mierda!", y conformados, nos abandonamos a hundirnos en ella porque nos sentimos agotados de tanto luchar.

Sí, realmente es difícil pensar que puede existir algo parecido a la felicidad en medio de tantos desiertos del alma... es difícil convencer al que sufre de que algún día su dolor acabará, que quizás algún día pueda dar un sentido a todo lo ocurrido. Sí, es francamente difícil... y si embargo, lo cierto es que el ser humano, a pesar de todo esto, acostumbra a encontrar fórmulas que le ayudan a superar los muros, los traumas, las barreras, y aunque todo lo vea negro normalmente logra avanzar! Hoy, mientras caminaba en dirección a mi casa me admiraba de que tengamos un don semejante; nosotros, que somos cobardes y egoístas por naturaleza, que somos capaces de perpetrar los más horrendos crímenes, de destruir, de anihilar... también podemos construir! me ha parecido algo paradójico y sorprendente, pero sobretodo maravilloso.
Y sin embargo es cierto...
La fe nos hace capaces de construir un pozo en el desierto, porque nos hace pacientes.
Nos impulsa a llegar donde nadie ha llegado, a descubrir lo que nadie ha descubierto, a superarnos día a día, porque nos hace tenaces.
Gracias a ella nos enfrentamos temerariamente a grandes retos, solucionamos problemas imposibles, damos la vida por los demás si es necesario... porque nos hace valientes.
La fe nos acerca a las personas, nos devuelve amistades rotas, nos confirma vínculos sentimentales de los que podríamos dudar... porque ante todo, tener Fe significa tener confianza.

¿Qué seríamos sin fe? sólo seres amargados incapaces de darse, de amar a los demás... sólo seres grises y apagados que se han conformado a la oscuridad y se han sometido al mal del mundo como pobres ovejas en medio de una manada de lobos. Y no obstante, por suerte para nosotros, en los momentos de duda y tribulación la fe acude a nosotros, solícita, y nos infunde esperanza. Es ella la que nos hace luchar aunque parezca que la batalla esté perdida o, aunque el viento zarandee nuestra barca, como se dice en el Evangelio. Es la fe la que nos da la mano y nos pregunta: ¿Porqué dudas? y nosotros no decimos nada, no pensamos nada ni nos planteamos nada, tan solo nos limitamos a dejar que sea ella la que nos levante, y gracias a ella... caminamos sobre las aguas.



2 comentarios:

Pgcgc dijo...

creo que eres la persona que conozco que mejor escribe. Me encanta como te expresas :D

PERO COBARDE ES CON B! T_T

Elisabet Ferrer dijo...

jajajajaa! cierto, mis faltas de ortografias son terribles! pero me alegro de que te guste lo que escribo! :)