sábado, 25 de octubre de 2008

Huérfana de ti...

Desearía poder escupir esto que me oprime...
es tan duro sentirse huérfana de ti
y sin embargo, no me siento con fuerzas para mirarte a los ojos
y pedirte perdón...
es tanto el daño que te he hecho...
tanto el sufrimiento que te he causado
que ya no merezco pedirte perdón
porque he pecado consciente y sabiendo lo que hacía
y porque he reincidido en mi falta una y otra vez
sabiendo lo que hacía...

Es por eso que no merezco más que la muerte,
no merezco más que arrastrarme por el polvo
como la serpiente que tu condenaste...
como la serpiente que soy ahora...
no merezco tu confianza...
y sin embargo tu me lo sigues dando todo sin reservas!
¿Tanto me amas, Señor, que incluso en estas condiciones me perdonas?
¿Hasta donde llega tu misericordia?

Desearía esconderme en lo más profundo de la tierra
para evitar tu mirada de tristeza...
tu dolor es para mí el peor castigo
tu decepción, mi mayor condena...
y sin embargo tu me sigues amando
a pesar de todo me sigues amando...
Señor, yo sé que tu me perdonas, pero...
¿podré perdonarme yo algún día?

No hay comentarios: