martes, 27 de noviembre de 2007

¡Sin perder el optimismo!

No todo podía ser perfecto. Este mes está resultando ser un auténtico suplicio: La beca no llega, cada día tengo más y más trabajo y también más cosas pendientes que no hay manera de resolver. El grado de dificultad de las asignaturas aumenta y yo me siento cada día más insegura ante todo.
Además, la gente a la que quiero está lejos... y a veces me siento sola... y me encierro en mi misma y todo me parece difícil y pesado de hacer...
¡Sin embargo, a pesar de todo esto, no me considero una desgraciada, al contrario: soy muy feliz! jeje! Sí, realmente, todas estas cosas son simples astillas que se te clavan entre los dedos, y vale, joden, ¡pero son simples astillas! ¿Van a poder más que yo?
¿Vamos a ver, para qué estoy aqui? ¿Para que todo salga genial de la muerte y vuelva a casa igual que cuando llegué? No señor, estoy aqui porque quiero aprender, quiero solucionar problemas... ¡quiero hacerme mayor!
No tengo razones para autocompadecerme ni para pensar que las cosas me van mal... porque si me van mal la culpa será únicamente mia, por no ponerle empeño a las cosas, por quedarme sollozando en la cama en vez de levantarme y cojer al toro por los cuernos.
Es por eso que me he prometido a mi misma que no dejaré de luchar por conseguir lo que he venido a buscar, aunque sea díficil conseguirlo. En este momento de mi vida, tengo una gran necesidad de confiar en mi misma y en mis capacidades, estoy harta de depender de la confianza que los demás dipositan en mi y de la presión que acabo soportando en consecuéncia.
En el post pasado hablaba de la confianza en Dios. Pues hoy me urge hablar de la necesidad de confiar sobretodo en uno mismo, porque ciertamente somos granos de arena movidos por el viento, pero la dirección de ese viento la marcamos nosotros con nuestros actos día a día.
En otro orden de cosas, y como anécdota remarcable de hoy, decir que he empezado Tai Chi (jajajajaja!) y no, no es una broma. Sé que nadie me imagina practicando este... deporte? (siento mi ignorancia pero todavía no estoy puesta en el tema) pero los esquemas se rompen con las circunstancias. La verdad esque mi intención era hacer yoga, por hacer algo, pero el tema se ha torcido y como no había gente, a los de yoga nos han juntado con los que querían hacer Tai Chi (que por lo visto tambien eran dos gatos). Y nada, que ahora haremos una especie de mezcla de Tai Chi-Yoga que no se en que va a consistir, la verdad.
Hoy he hecho la primera clase, que no ha estado mal. Nos hemos pasado un buen rato practicando unas "técnicas de relajación" que más que relajar... ponen de un tensoooo! pero bueno, reconozco que necesito hacer algo así porque estoy super estresada y apenas me queda flexivilidad en el cuerpo. Así que aunque no fuera lo que esperaba en un principio, creo que me irá bien intentarlo.
Si pierdo la verguenza ya publicaré alguna fotillo de las 5 chicas que nos hemos apuntado a hacer el mono.
Y con esto me despido hoy que todavía tengo cositas que hacer.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vull que ens facis una classe de tai-chi-yoga quan arribis!

Ànims! Els obstacles i mals moments són necessaris per continuar endavant. Del contrari ens quedariem encallants en el mateix lloc fins morir-nos d'avorriment.

Núrie